La naturaleza del Cosmos es el movimiento, el cambio constante.
Los planetas giran en sus orbitas por la galaxia entre las estrellas.
Las plantas y los arboles crecen, mueren y renacen sobre la tierra. Por eso el hombre se siente más vivo cuando está en contacto con la naturaleza.
Contemplamos el cielo en una noche estrellada, viendo su belleza, pero tal vez no nos acordamos que cada fase lunar, y ciclo planetario tiene una influencia sobre nosotros.
Cuando celebramos cada año el día en que nos hemos nacido, ya estamos reconociendo un ciclo de vida personal, cuando las constellaciones se vuelven a brillar en un lugar similar al que se ubicaron el día de nuestro nacimiento.
La astrología reconoce la influencia de los planetas y las estrellas, y la mayoría de los maestros del Yoga fueron grandes astrologos.
Desde esta misma fuente de sabiduría provienen las enseñanzas ancestrales del Kundalini Yoga, con el reconocimiento de distintos ciclos vitales correspondientes a las principales etapas del la vida humana.
El primer ciclo principal es la del la energía vital, o Energía de Vida que se renueva cada 18 años.
El ciclo de la Inteligencia recomienza cada 11 años, y el ciclo de la Conciencia cada 7 años.
Consiste en una matemática cosmica, basada en la geometría de la materia, a dónde se ubican las energías más esenciales del universo.
Llevamos la geometría sagrada a la práctica en cada postura del Yoga, porque consiste en una ciencia de angulos y triangulos.
Reconocemos el microcosmos de nuestro cuerpo dentro del macrocosmos del Universo, juntos con la tierra, el agua, el fuego, el aire y el éter, y en un estado de relajación o meditación profunda nos abrimos a reconectar con la misma esencia o chispa divina que nos ha creado.
En este estado experimentamos el verdadero Yoga, único y personal.
Podremos alcanzar un estado profundo de armonía y sanación... y comprender porque la palabra "Yoga" significa "Union".
*SAT NAM*
SiriSat
